¿CÓMO SE PUEDE LOGRAR UN EQUILIBRIO ADECUADO PARA QUE HAYA UNA SOCIEDAD ENTRE LOS “HECHOS PLURALES” Y LOS “HECHOS DIFERENCIALES”?
Para comenzar, es conveniente definir el término “cultura” como todo aquello que el ser humano a ideado, inventado, contraído y, en general, todo lo que ha realizado como ser social para poder vivir en diversos ambientes y para dar expresión a su espíritu. Como todo el mundo sabe, a pesar del avance de la calidad de comunicación entre países, siempre existirán ciertos rasgos que diferenciarán la cultura de una sociedad de otra, sin importar el espacio que las separe. Como resultado, las sociedades configuradas hoy en día son fácilmente diferenciadas por las características que ha adquirido su cultura con el paso de los años, por ejemplo, actualmente podemos diferenciar con facilidad la cultura china de la cultura española, ya que sus sociedades han ido adquiriendo sus propias ideas y rasgos durante su historia. A pesar de todo esto, ¿cómo se podrían armonizar los hechos plurales y los hechos diferenciales en una sociedad? A continuación, explicaré cada uno de estos términos y se contestará la anterior cuestión.
En primer lugar, un hecho cultural de una sociedad, se construye dentro de un modelo social determinado y caracteriza y establece diferencias respecto a otras sociedades. A partir de esto podríamos decir que no es posible la existencia de una cultura sin una sociedad, y viceversa.
Asimismo, esta relación social y cultural implica que un hecho cultural sea un “hecho plural”, es decir, valores, prácticas o identidades de un grupo de individuos aceptados por las leyes y valores de la sociedad en la que viven, o en otras palabras, la esencia misma de la identidad de una sociedad.
Sin embargo, el progreso técnico que se ha dado a lo largo de la historia desarrolla un mundo cada vez más homogéneo. La posibilidad de viajar por todo el mundo, la comunicación entre naciones, la información instantánea, etc. ha hecho que nuestras sociedades tengan muchos más rasgos en común y que adaptemos y conozcamos más de cerca elementos de otras culturas. Por ejemplo, una película americana actualmente es estrenada y vista al mismo tiempo en Estados Unidos y en Europa, o una manera de vestir es adaptada por la juventud tanto en una nación como en otra. Sin embargo, esto también ha provocado un movimiento compensatorio en cada sociedad, es decir, la relación más estrecha entre sociedades que el progreso técnico ha generado, ha provocado también el deseo de diferenciación entre sociedades, o con otras palabras, el amor por el “hecho diferencial” de cada cultura.
Esto también favorece a la preservación de la riqueza cultural, pluralidad y diversidad entre sociedades, pero una equivocada y radical concepción de este “hecho diferencial” puede desembocar un “etnocentrismo cultural”, una actitud de la sociedad que presupone su superioridad sobre los demás y hace de la cultura propia el criterio exclusivo para valorar la cultura de otros grupos, razas o sociedades.
En conclusión, sabiendo todo lo descrito anteriormente, creo que el progreso técnico es realmente beneficioso para nuestra sociedad global, ya que rompe fronteras y límites entre sociedades, estrechando la relación entre ellas. Pienso que la clave para armonizar un hecho plural y uno diferencial dentro de una misma sociedad es el respeto. Como he dicho antes, estoy completamente de acuerdo con la homogeneización global que se está produciendo, pero entiendo la postura del individuo que considere necesario conservar la identidad de una sociedad. A pesar de ello, siempre debe existir el respeto entre elementos culturales, tradiciones y razas entre sociedades, y para ello, debido a la estrecha relación que se está desarrollando entre naciones actualmente, creo que es necesaria una mente abierta y respetuosa hacia el exterior.